AUDIO | Felisa Contreras, ex empleada jubilada
Junto con Blanca y “Choli” trabajaron en la Escuela Primer Teniente Morandini y atendían a 280 niños de edades diversas. Pasaban muchas horas preparando los menues en una cocina improvisada dentro de un aula y lavando los utensilios en un baño.
Desde las 7 de la mañana hasta las 17 hs, organizaban el almuerzo y la copa de leche. “Éramos incansables”, expresó. Pero no solo servían un plato de comida sino que también enseñaban acciones básicas como usar un tenedor o sentarse a la mesa.
“Lo hice con tanto amor. Pensás que tenés hijos y decís que lo que estoy haciendo es como si se lo hiciera a mi hijo”, sostuvo. Ese amor sembrado sigue siguente a casi cuatro décadas: “actualmente me paran en la calle papás con sus hijitos y me hacen llorar con las cosas que me dicen (…) ´con el cariño que vos no dabas la comida, no nos daba ni mi mamá´, me dijo uno”.