Oriundos de Córdoba Capital, un matrimonio junto a sus hijas decidieron venir una noche a recorrer la ciudad y al llegar, una persona con chaleco naranja los orientó hacia una calle en particular.
Allí otro presunto trabajador les cobró $600 de estacionamiento cuando lo estipulado por el municipio era de $200 por automóvil.
El lugar no estaba habilitado para el público en general, solo personas con discapacidad por lo que la grúa intervino y se llevó el vehículo.
Luego debieron abonar otros 6 mil pesos más en concepto de multa, proceso en el cual aseguraron que hubo malos tratos.
Asesorados por el abogado Carlos Nayi, irán a la justicia para establecer si hubo delitos de estafa, abuso de autoridad y defraudación por administración fraudulenta.
La municipalidad, por su parte, admitió que pese a los controles hay quienes cobran el servicio sin autorización y confirmó que el Tribunal de Faltas efectivamente emitió el certificado de deuda. Ahora investigarán internamente qué ocurrió con el falso naranjita.