AUDIO | Marcela Pellegrini, mamá de Federico
El paso de la escuela primaria a la secundaria siempre es una oportunidad para realizar balances y pensar en el nuevo camino que se aproxima.
Los papás de Fede decidieron cerrar el ciclo con un gesto muy simbólico. En el último día de clases, llevaron una torta a la institución junto a una carta muy emotiva.
El pequeño estudiante fue diagnosticado con autismo a los tres años y desde entonces hubo dudas, en especial de cómo sería la inclusión educativa.
En el texto repasan el proceso que desarrollaron de la mano de terapeutas, docentes y los propios compañeros de curso.
«Ellos no romantizaron diciendo ´pobrecito, no va a poder´ sino que vieron que realmente podía y creyeron en él», expresó.