Una problemática que según explicó Andrea Vera, Integrante de la Asociación de Hocicos Caroya, sucede con mucha frecuencia en la zona rural y urbana de la ciudad de Colonia Caroya. “Todas las semanas” la asociación se hace cargo de animales que encuentran tirados sin vida por causas de intoxicación.
Vera explicó que desde el área de ambiente y algunos veterinarios que atendieron estos casos, informaron que se debe a la ingesta de productos tóxicos y venenos fosforados que se utilizan en la zona. Las principales víctimas son perros, gatos y palomas.
Uno de ellos se usa para fumigar hortalizas en huertas y campos, otro es la estricnina, una sal tóxica que se coloca en la comida para acabar con la vida animal.
“Aparecen en distintas zonas, hace un mes, hubo un caso de cuatro perros muertos que aparecieron juntos sobre la calle 52, a metros del corralón, es un caso judicializado y se envió a analizar algunas muestras a Córdoba”.
Desde Hocicos Caroya, Vera comentó que se hace difícil evitar estas situaciones, dado a que son acciones que generan los propios ciudadanos: “La venta de estricnina está prohibida y los otros venenos se usan para huertas y siembras. Evitarlo es complicado porque estos productos lo usa cualquier persona y no hay forma de controlarlo”.
Bromatología, algunas protectoras de animales y el servicio policial se han encargado de trasladar animales en estos estados.
Para colaborar en situaciones así, Vera explicó que si se encuentra un animal en esta situación de envenenamiento ( perdido, despidiendo saliva y rígido) es importante trasladarlo a una veterinaria de urgencia o realizar la correcta denuncia en la policía.