Este viernes 10 de septiembre, es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Oportunamente, según reveló el Boletín Oficial, en el marco de este día, tras siete años de su aprobación en el Congreso, el Gobierno reglamentó la Ley Nacional de Prevención del Suicidio sancionada en 2015. La misma tiene por objeto «la disminución de la incidencia y prevalencia del suicidio, a través de la prevención, asistencia y posvención».
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) consideran al suicidio como «un grave problema de salud pública de carácter prevenible mediante intervenciones oportunas, basadas en datos fidedignos».
Frente a esta problemática de salud pública, en diálogo con Federico Torriglia, Coordinador del Área de Salud Mental de Jesús María se abordó la temática en función a la zona. El especialista explicó que es un tema trascendental en estos tiempos de pandemia. Explicó que hablar de suicidio, no es simple para las personas, pero es importante saber que «es una conducta evitable, que se puede prevenir».
Detalló algunos indicios por detectar, e momentos en que la persona empieza a manifestarse, en ciertas circunstancias. Las causas que llevan a generar estas conductas, es porque el individuo se encuentra excedido de problemáticas que lo exceden y como una forma de resolver problemas y dar escape frente a algo agobiante, manifiestan la acción. Desde el área de salud mental, es un tema que trabajan frecuentemente desde el municipio.
Explicó que el contexto de pandemia, hace que mucha gente, entre en un estado de problematización y en muchos sectores se han incrementen estas conductas. «Ahí es donde interviene el trabajo individual», y otro salida importante manifestar una «red», con familia, amigos y personas que puedan contener. «La ayuda interdisciplinar es importante, porque es donde la persona desarrolla su vida, todos tienen que ser un soporte para la persona», finalizó.