AUDIO | Liliana Celiz, esposa del paciente.
Liliana Céliz, esposa de Martín Castro, relató a Radio Jesús María la odisea que le tocó atravesar esta semana junto a su marido. Todo comenzó el lunes a la mañana con un profundo dolor cerca del estómago. Inmediatamente la pareja se trasladó desde Los Quebrachos, lugar donde residen, hacia el dispensario de Colonia Caroya.
Al observar el estado de salud del paciente, la médica del centro de salud municipal los derivó urgente al Hospital de Jesús María para practicarse una ecografía. Al llegar allí, le manifestaron que el estudio recién podía realizarse después de las 17 horas. Por ello, automáticamente le colocaron suero y lo dejaron internado.
«Le saltó que tenía apendicitis con posibilidades de peritonitis. Le hacen los estudios y lo derivan a Alta Gracia. Cuando llegamos a las 8 lo llevan para operarlo, a las 3 horas que ingresa al Hospital le agarra fiebre y por eso le activaron el protocolo por la famosa fiebre y dicen que lo derivan a la parte de Coronavirus (…) A mí me dijeron que no podía entrar más (…) En dos horas no te podes contagiar de Coronavirus», contó Liliana a Radio Jesús María.
«Gracias a Dios tenía una amiga acá y me pude quedar porque no hay hospedaje ni anda habilitado», explicó tras quedarse fuera del Hospital de Alta Gracia.
«Más allá del coronavirus lo tenes que operar igual (…) Mi esposo me mandaba mensajes que lo vuelteaban para operarlo. Era porque estaban esperando el hisopado. Me dijeron que el test rápido le dio positivo pero era obvio que le iba a dar positivo porque hay una infección (… ) Yo no soy doctora pero no soy pava, lo querían trasladar al San Roque y yo me negué. Le dije que si lo sacaban de acá el se moría. A la media hora me dijeron que le había dado negativo y que lo iban a operar», aseveró.
Finalmente, después de tantas demoras, lo operaron recién el miércoles pasadas las 18 horas. Sin embargo, el estado de salud de Martín empeoró y todavía espera ser intervenido nuevamente. Se encuentra «dormido» para no sentir el dolor.
«Hoy está grave, peléandola porque quedó todo abierto. Ahora está comprometido porque esperaron. Quedó en coma induncido. Si hubiera tenido Coronavirus ellos lo tenían que operar igual el lunes a la noche, con Coronavirus o sin Coronavirus, eso no se lo voy a perdonar ni aunque venga el Presidente de la Nación a decirmelo», expresó.
«Si hubiera sido una persona sumisa él se moría», agregó. Aseguró que tras varias gestiones recién en la tarde de este jueves dejarán verlo y acompañarlo.
«No quiero que le pase a otro, los médicos se tienen que poner las pilas y hacer a un lado ese famoso Coronavirus que si que esta pero no todos lo tenemos, hay otras enfermedades», cerró.