AUDIO | Martín Tauro, área de Personas Mayores
Desde que comenzó la pandemia las residencias para personas mayores permanecen cerradas a las visitas de familiares. Cumplidos ya 5 meses de esta medida comienzan a advertirse consecuencias en el bienestar mental y emocional de los residentes. Por esta razón se analiza la paulatina rehabilitación de visitas.
«La falta de afectividad y vínculo ha tenido un gran impacto, se empezaron a aislar y deprimir», señala Tauro. Ante ello comenzaron a implementar constantes comunicaciones con dispositivos electrónicos. Sin embargo, no hay comparación posible con la experiencia presencial.
Plan «Visitas cuidadas»
A nivel local se avanza en el diseño del plan Visitas Cuidadas, una serie de protocolos y medidas que permitirán el reencuentro entre personas mayores y familiares: con barrera aislante de por medio, durante un tiempo breve, con supervisión de personal de la residencia, sin posibilidad de intercambio de elementos y solo en momentos en los que no se registren casos o circulación de la COVID-19 en la comunidad.
Esta medida permitirá reequilibrar la política sanitaria con los derechos a la vida digna de las personas mayores. PAMI ya las habilitó, y se desarrollan pruebas piloto. Se espera que el protocolo unificado se ponga en marcha en las próximas semanas.
Fortalecimiento del apoyo profesional
Muchas personas alojadas en estas residencias han experimentado situaciones de depresión o ansiedad. Por esta razón se ha reforzado el acompañamiento de profesionales en trabajo social y psicología.
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