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La vida de un joven de Jesús María en la pensión de un club de fútbol

►Juan Cragnolini tiene 16 años y es oriundo de Jesús María. ►Juega en Atlético Temperley y desde enero vive en la pensión del Club. ► En diálogo con Radio Jesús María nos cuenta como es su vida y la de sus compañeros.
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AUDIO | Juan Cragnolini, Jugador de Temperley. 

Juan Cragnolini de 16 de años vive desde el mes de enero en la pensión del Club Temperley. Allí comparte el día a día con otros 20 chicos de todo el país, entre ellos con Lucas Cragnolini, su primo, también de Jesús María.

Antes de que lo convocaran en el club bonaerense vivió en una pensión particular en Bernal, donde convivía con jugadores de distintos clubes. Ahora vive en la pensión del Gasolero a metros del estadio y ya conformó un grupo de compañeros y una rutina estable.

Su actividad comienza todos los días a las 6 de la mañana, se toma un colectivo hasta el predio donde entrena desde las 8 hasta las 10.30. A la una de la tarde entra a la escuela, aunque ahora está esperando el pase al colegio Malvinas Argentinas donde estudian los jugadores del club.

A la tarde toma mates y ve como otros chicos juegan al futbol en las canchas de sintético pegadas a la pensión.

«Me siento bien, muy cómodo, siempre se extraña un poco, al principio cuesta y después te acostumbras, acá en la pensión somos toros una familia», señala.

En la pensión esta Marian, la cocinera, que hace las veces de «madre de todos» los jóvenes jugadores, de todas las edades (de 14 a 24 años ya que hay algunos jugando en reserva o primera) y de todas las provincias (y hasta dos japoneses).

Juan cuenta que al Club sólo entra personal autorizado:

«Si viene alguien extraño tiene que venir solo con autorización del Club, y si algún jugador quiere salir, tiene que venir al madre para que les autorice la salida» explica.

Consultado sobre los casos de abuso sexual que golpean a otros clubes señala:

«Me sorprendió mucho (…) los compañero que tenía en la pensión de antes jugaban con dos chicos que habían sido víctimas de eso», explica Juan.

El joven explica que a partir de la salida a la luz de los casos de abuso, «estará más atento», señala que tiene «claro sus objetivos» pero reconoce que muchos se aprovechan para ir «comiendo la cabeza» de los más chicos.

Más allá del tema coyuntural, su testimonio refleja la lucha para llegar a jugar en la primera división, un camino lleno de  sueños y esfuerzos.