«Podemos decir Feliz Navidad para todos», señala Marcela Pellegrini.
Marcela integra el grupo de padres TEA, que reúne a familiares de personas con trastorno del espectro autista (TEA) de nuestra zona. Esta Navidad fue particularmente diferente para ellos: es la primera vez que no se detonaron fuegos artificiales.
«Como sociedad hemos crecido. Pequeñas acciones hacen grandes cambios», explica.
El festivo escenario de la medianoche del 24 al 25 de diciembre no incluyó detonaciones ya que rige en todo el ejido de las municipalidades de Colonia Caroya, Jesús María y Sinsacate, la prohibición de venta y uso de fuegos artificiales.
«Pudimos pasarla en paz y tranquilos, nuestro hijos sufren hipersensibilidad auditiva», indica Pellegrini.
En las fiestas anteriores las personas con TEA debían taparse los oídos o ir a lugares con mayor aislamiento sonoro. Este año «el barrio fue distinto» explica.
El desafío es concientizar a los vecinos y profundizar este logro:
«Una sociedad donde todos estamos incluidos es más rica y sana».
AUDIO | Marcela Pellegrini, Padres TEA
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