Romina Druetta nació en Colonia Caroya pero siempre vivió en Jesús María. Cuando terminó el secundario estudió abogacía pero su mundo siempre estuvo entre las acuarelas y pinceles. Se considera una persona perfeccionista y autodidacta.
«El arte es lo que entra por el corazón», confiesa ante los micrófonos de Radio Jesús María. Esta joven pinta con acuarelas sobre un papel especial como la técnica lo indica. Sin embargo, hay dos cuestiones que la diferencian del resto de los artistas. Por un lado, pinta sobre un atril en lugar de hacerlo horizontalmente como tradicionalmente se hace. Por el otro, creó la «caferekçla» y «vinerela» ya que utilizó el café y vino para sus obras.
«Fui una vez al café Tortoni en Buenos Aires y le pedí pintar el lugar con ese café. Así que ahí está colgado mi cuadro con la fachada del lugar hecho en café. Está al lado de la figura de Gardel, Alfonsina y Borges», cuenta Romina.
La pintura como estilo de vida
Druetta hizo varias pinturas con vino, a través de su llamada técnica «vinerela», sostuvo que se puede hacer con tinto o blanco y que adquiere distintas tonalidades. Entre los trabajos que más le gustó destacó «La Caroyense», obra que le pertenece ahora a la Municipalidad de Colonia Caroya. Además, se emocionó al contar su experiencia de noviembre del año pasado en el Museo Jesuítico: dibujó la cara de la abuela de Rony Vargas con el vino que el reconocido periodista lanzaba esa noche.
Romina afirma que el que pinta se libera de tensiones, y por esos momentos unicamente se debe pensar en la acuarela. Es un mundo o un lado aparte al que trascurre la vida.
Actualmente, trabaja como abogada y da clases de acuarelas en taller Almacén de Ideas. «Esto es lo que me hace feliz, amo dar clases», expresó.
«Las emociones más grandes que tuve fue cuando las personas que van a las exposiciones me dijeron «en ese lugar estuve y me hace recordar tanto cuando estuve ahí», que reconozcan el lugar la emoción es increíble», manifestó.