Sergio Luna, su familia y los más de 150 niños que asisten al lugar se encuentran atravesando una difícil situación tras el cierre del emprendimiento que sustentaba el comedor. Por razones externas no podrán continuar en el terreno de la calle Julio A Roca donde actualmente prestaban el servicio.
Hace seis días la familia Luna no atiende más al público. Ayer al mediodía los chicos del barrio Sierras y Parque no recibieron el almuerzo ya que esta familia solidaria no contaba con el dinero para promocionarles el alimento.
«Necesitamos un terreno, aunque tenga 10 mts de frente por 15 mts de fondo para armar la rampa del lavadero», dice Sergio Luna.