)
El Padre Roberto Rodríguez nació en Temperley, provincia de Buenos Aires. Es un apasionado de la educación, la fe y se considera un hombre inquieto. Habla Italiano, Francés y Alemán. Cree que su vocación religiosa surgió desde la misma enseñanza, le gustaba relacionar los conceptos de las materias claves con cuestiones de la vida cotidiana.
A dos años de recibirse de Ingeniero, Monseñor Rodríguez dejó la carrera para dedicarse al sacerdocio. En 1969 ya había sido ordenado diácono y el 31 de enero de 1970 se recibió de cura. En marzo del 70 volvió a Jesús María y fue director interino de los estudios del Seminario Menor.
«En aquel tiempo, en los 70, en las calles había mucha vigilancia. Los chicos entraban los domingos a la noche y se quedaban hasta el viernes después de comer. Ellos limpiaban galería, baños comedor; siempre hasta las 17 Hs porque comenzaba el estudio, también tenían deportes o tiempo libre. A las 10:30 se iban a dormir», cuenta Rodríguez.
Para Monseñor, la educación era formar al hombre con conocimientos y sentido de vida, sumergirlos en la realidad, «Yo le decía a los chicos si alguien está obligado acá me avisa así hablo con los padres», agrega.
«A la educación hoy le falta sentido. El bullying no existía o no era visible. Cuando había esos problemas no hacíamos grandes códigos de convivencia sino hacíamos que cada uno se conociera con sus virtudes y defectos. «Si llega al dormitorio despúes de las 10:30 no prenden la luz porque están durmiendo los otros. Lo mismo en clases, no joroba al del lado porque los otros quieren aprender. Es formar la libertad y al mismo tiempo la responsabilidad desde el bien común»
Monseñor Roberto Rodríguez también se refirió a los casos de abusos sexual cometidos por sacerdotes y lo calificó como una «herida grande y una mancha importante en la Iglesia» pero aclaró que el error sería generalizar.
Al ser consultado por las otras religiones que están surgiendo en la sociedad, dijo que la iglesia católica es «institucionalista» , otras son «ofertas» y cada una da una respuesta distinta. » Es un desafío para nosotros ante los avances de las iglesias pentecostales».