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Hace dos meses Susana Dolci se presentaba en la policía para denunciar la desaparición de su amiga María Eugenia Cadamuro. Fue poco después de ingresar junto a otros conocidos de Maru y policías a la vivienda que habitaba la mujer desaparecida.
«Compren ustedes las cosas, llego más tarde, porque se me complicó con lo de Ana», fueron las palabras que Maru pronunció en la última conversación conocida que mantuvo con sus amigos el 15 de marzo.
«Entramos el jueves 16 pensando que Maru estaba descompuesta», explica Dolci. Lo hicieron gracias a la ayuda de un cerrajero y en compañía de dos policías. «para mí la presencia de la policía no tenía sentido», señala debido al inesperado panorama de incertidumbre que arribaría al no encontrarse a la mujer:
«Nuestra intención era más que valida, ingresamos a la casa porque pensamos que María Eugenia estaba descompuesta (…) no se toco nada. (…) nadie se espero que María Eugenia no estuviera en la casa. «
Las sospechas se confirmaron sumandose a otros factores como la ubicación del auto en el exterior de la casa, sin llave, las luces prendidas en la vivienda, y una ventana de la habitación de María Eugenia abierta.
MARCHA
«Queremos pedir que no dejen de buscarla, en algún lado está (…) al aparecer ella, se va a aclarar absolutamente todo y pedimos que la sociedad se comprometa.» , explica Dolci
Hoy a las 19.30 se realizará en el centro de Jesús María una nueva marcha por María Eugenia, esta vez organizada por sus amigos.
«No hay división, el propósito es el mismo, encontrar a María Eugenia (…) que salga todo a la luz, se sepa la verdad y se diga», concluyo Dolci.