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Edgar Castelló defendió la obra sobre el Río Carapé y la calificó como «única» para regular el agua en la cuenca alta. También destacó las lagunas de retardo construidas, 18 en la zona «entre ríos» (cuenca entre Ascochinga y Santa Catalina). A esto le sumó otras 50 en la cuenca baja.
«Ambientalmente es mejor hacer una obra grande que muchos microembalses», sostuvo el funcionario. Sin embargo deslizó la posibilidad de cambios en el plan de obras:
«Hemos trabajado y estamos dispuesto a seguir trabajando en conjunto y estamos dispuestos a modificar lo que sea necesario en el plan de obra.»