AUDIO | Luis Picat, productor.
INFORME | María Pía Ulla
Este miércoles se puso en marcha el primer biodigestor del país que convertirá el excremento producido por los cerdos del establecimiento El Cebil, en energía y gas.
Se trata de un tanque donde se acumulan los efluentes de la granja (de 1000 madres). El biodigestor recibe unos 90.000 litros diarios y tiene capacidad para acumular 20 días. Luego las bacterias trabajan dentro de este biodigestor y generan un gas metano y se quema para producir calor o a través de un motor generador para energía.
El dueño del emprendimiento, Luis Picat explicó que además de ahorrar energía, para autoconsumo, y se ahorra gas para calefaccionar la sala de recría.
«Se pueden ganar dinero y a su vez reducir el impacto ambiental. Son inversiones pero tienen un recupero como las terrazas, la rotación de cultivos, no uso de insecticidas y el biodigestor», señaló Picat.
La inversión es cercana a los 5,8 millones de pesos. El ahorro anual de energía es de 1.200.000 pesos. Las pruebas en los últimos meses han significado un ahorro – entre gas y electricidad – del 70%.
Esta iniciativa se presenta también como una solución sustentable para el tratamiento de los efluentes de los cerca de 12.000 animales de la granja. Centro de producción es de 3,1 millones de kilos de carne al año.
La idea surgió de José Luis Picat, padre del productor. Está ubicado en el campo «El Cebil», perteneciente a la empresa La Quimera, en San José de la Dormida.
Es el primer biodigestor que utiliza el estiércol de porcino para generar biogas y energía con la tecnología de la compañía alemana Archea.