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Femicidio de Vero Tottis: Saluzzo confesará el crimen y recibirá perpetua este jueves

► Cuando se inicie el juicio con jurados populares en la Cámara 12 del Crimen, Julio Saluzzo solicitará juicio abreviado para reconocer su autoría en el femicidio de su esposa, Verónica Tottis. ► La confesión, sin embargo, no le descontará ni un día de la sentencia: 35 años de cumplimiento efectivo. ► Saluzzo había adelantado su decisión de evitarles a sus hijos un penoso trámite con un juicio común.
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AUDIO | Fiscal de Cámara Mariano Antuña, explicando los detalles del juicio abreviado en contra de Julio Saluzzo

Cuando todavía no se cumplió el primer aniversario de la trágica muerte de Verónica Tottis, en manos de su expareja Julio Saluzzo, ya está todo dispuesto en la Justicia para un trámite corto. Este jueves, Saluzzo solicitará un juicio abreviado, confesará la autoría en el crimen, y recibirá una condena de 35 años de cumplimiento efectivo.

La responsabilidad del juicio recayó sobre la Cámara en lo Criminal y Correccional de 12° Nominación, que presiden los vocales Ana María Lucero Offredi, Gustavo Reinaldi y María Gabriela Bella, mientras que la Fiscalía de Cámara la encabeza Mariano Antuña. También está convocado un jurado popular, por tratarse de un femicidio.

El fiscal Mariano Antuña adelantó la particularidad de este proceso: «Se ha llegado a un acuerdo entre defensores, querellantes, y Ministerio Público (Fiscal) para la realización de un juicio abreviado que significa que el acusado va a reconocer su responsabilidad en este hecho de tal manera que toda la prueba que recolectó la Fiscalía de Instrucción es la que se va a valorar. Acá no hay posibilidad de valorar otra pena que no sea la prisión perpetua que es la que va a pedir este Ministerio Público».

La Fiscalía de Instrucción de Río Segundo, encargada de la investigación penal preparatoria, había decidido clausurar la etapa investigativa y elevar la causa a juicio en febrero de este año.

La prueba recolectada en contra del único acusado había sido contundente: La señal de GPS del teléfono móvil de Saluzzo ofreció la pista de que el hombre se encontraba a la hora del crimen en el preciso lugar donde se cometió: en el kilómetro 43 de la ruta 13.

“Evitamos que en un juicio abierto se escuchen cosas muy feas que tienen que ver con la intimidad de la pareja, preservando la integridad psicológica de sus hijos”, señaló oportunamente el abogado de Saluzzo, Lucas de Olmos, al confirmar el acuerdo para un abreviado.

Alberto Saluzzo, hijo mayor de la pareja, también rompió el silencio recientemente para desmentir que sus padres hayan tenido todo el tiempo una mala relación.

“Su relación tuvo altos y bajos, como tantas relaciones. También hubo peleas”, expresó.

El joven narró que lo primero que le dijeron fue que su madre había tenido un accidente, aunque después supo que no había sido un siniestro. “Fue el peor momento de mi vida. Me quedé sin mamá y sin papá en pocos días”, dijo.

Alberto contó que todavía no habló del tema con su padre. “Trato de no pensar todo el tiempo en esto”, señaló. Y agregó que extraña mucho a su madre.

Otra víctima del machismo más arcaico

La fiscalía de Instrucción de Río Segundo detalló -en el auto de elevación a juicio- las razones por las que tuvo la convicción de que la violencia ejercida por Saluzzo en contra de Tottis no se limitó al último tiempo sino que se dio a lo largo de los 20 años de matrimonio.

“Saluzzo sometió durante años a Verónica a prácticas socioculturales históricas basadas en la idea de inferioridad de las mujeres y la superioridad de los varones, asumiendo un posicionamiento machista ligado a los estándares del ideario patriarcal que cimentan la violencia de género”, detalló la fiscalía en el escrito.

“El acusado –refirió más adelante- colocó a su pareja en una relación de sumisión y postergación de su propio proyecto de vida, celándola, desvalorizándola e imponiendo su voluntad y dominación por sobre la voluntad de la mujer”.

A través de los testimonios recogidos, la instrucción de la causa pudo reconstruir que Saluzzo fue asumiendo con el correr de los años actitudes de celos y persecución cada vez más agudas para con su esposa. Le revisaba el teléfono móvil, se lo quitaba durante días, la seguía cuando ella se ausentaba de la vivienda que compartían, por ejemplo.

Según señala el escrito, un día y mientras Verónica se bañaba, Saluzzo le revisó su teléfono celular e ingresó a su cuenta de Instagram (de la que tenía clave), donde advirtió que ella mantenía una relación amorosa con otro hombre. En el dormitorio y en presencia del hijo más grande de la pareja, comenzó a insultarla, a denigrarla, para terminar tirándola a la cama y darle una golpiza, mientras alternaba golpes en el rostro y en las costillas.