Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Una aplicación para chicos con autismo ideado por estudiantes

Ya está disponible para dispositivos android PicoTEA. Cuatro jóvenes empezaron a desarrollarla cuando estudiaban Ingeniería en Sistemas y acaban de lanzarla: se puede descargar gratis
Compartilo con alguien:

Matías Borges (29) y Franco Di Stéfano (27) cursaban el último año de la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y para graduarse debían presentar un proyecto que estuviera en funcionamiento para el final de la cursada. Así fue como los vecinos de Lanús, junto a sus compañeros de grupo Juan Brito y Matías de la Llave, decidieron desarrollar una aplicación para niños con TEA (Trastorno del Espectro Autista). El trabajo universitario fue calificado con un 10, pero el entusiasmo los hizo seguir adelante y hace tres semanas lanzaron oficialmente “PictoTEA”, una aplicación libre y gratuita para dispositivos Android.

 

La idea surgió porque la esposa de Brito trabaja con niños con autismo. “Ella notaba que los chicos eran propensos a usar la tecnología para comunicarse, pero no encontró desarrollos de calidad o los que había estaban en inglés”, cuenta Franco. La app tiene por objetivo mejorar la interacción con sus padres o maestros, de niños y adolescentes que padecen el trastorno.

 

https://www.clarin.com/zonales/aplicacion-chicos-autismo-nacio-universidad_0_BkgLymz1M.html

El programa además viene a reemplazar los modelos analógicos que hoy en día utilizan los terapeutas. “Hasta ahora, los profesionales usaban tarjetas con imágenes para motivar a los chicos. La aplicación toma estas imágenes y las traslada al plano digital, por lo que los chicos ya están familiarizados con los pictogramas que ven en la pantalla”, detalla Borges.

La versión incluye cinco niveles que van complejizándose a medida que el usuario avanza: los primeros tres son imágenes que representan objetos, mientras que en los últimos las figuras son estímulos o emociones que obligan al chico a iniciar una charla.

 

 

 

Fuente Clarín