Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Adrián «Corchito» Ochoa: Un campeón arriba y abajo del ring

El ex boxeador repasó su historia y cómo la pelea ahora día a día en la vida. Comparte la alegría de sus cinco nietos con el dolor de la pérdida de un hijo. Trabaja en el Hospital y da clases en Sierras y Parque
Compartilo con alguien:

Adrián Corchito Ochoa es un ícono del deporte local. Boxeador, Campeón del Mundo, figura reconocida durante la década de 1990. Actualmente trabaja en el Hospital Regional Vicente Aguero y enseña boxeo recreativo a jóvenes y adultos, mujeres y varones en Barrio Sierras y Parque de Jesús María y en Alianza Gym.

«Corchito» pasó por los cuadriláteros del mundo. Obtuvo títulos, poco dinero, pero si la posibilidad única de salir de la ciudad y triunfar en diferentes rincones del planeta. «El boxeo me dio todo y me quito todo» dice.

«Corchito»

Al momento de contar el porqué su apodo, Ochoa cuenta que cuando era chico su papá lo llevaba a los festivales de box en Falucho y el ex Ferro Postal.

«Yo tenía cinco o seis años y andaba entre los grandes en los espectáculos boxísticos a los que me llevaba mi padre. Allí estaban entre otros, el ex campeón y reconocido boxeador MIguel Angel Figueroa. El fue el que una noche en la que estaban tomando algo y yo andaba saltando de acá para allá dijo: «Que hace el corchito este por acá» dijo en referencia a ese pequeño y de ahí quedó para siempre»

Barrio La Puñalada

«Yo nací en Jesús María. Viví en el barrio Berro o La Puñalada como le decían, hoy se llama Pedro de Oñate. Mi familia era muy humilde y somos 9 hermanos, mi papá era analfabeto y trabajaba en las chacras. Mi abuelo era jardinero y yo salía a trabajar con él cuando tenía cinco años.. rastrillaba, levantaba el pasto y sacaba yuyos con las manos. Hice en la escuela de Gendarmería»

«Mi mujer»

«Patricia es el pilar de mi vida. Ella me cuida y me dió las mayores alegrías. Tengo hoy cinco nietos que son la luz de mis ojos.»

Momento Cúspide

«Mi mejor momento en el boxeo fue cuando gané el título Argentino al catamarqueño Hugo Rafael Soto, en el año 1993. Estaba muy bien y gané con justicia. Tal vez después le dimos la revancha muy rápido y perdí en Catamarca. Ahora si ganaba aquella pelea en Catamarca, no salíamos vivos estaba muy caldeado el ambiente